sábado, abril 04, 2009

Forget the world II


... escuchó por horas pacientemente, como solía años atrás. Recuerdo qué, S jamás perdió la calma, jamás estuvo triste, y mucho menos hoy, es la mejor amiga que he tenido, nunca cambiará apesar de mis constantes alejamientos y olvidos -intuyo-, es bella, preciosa, casi como tu, su expresión despreocupada es cálida, apesar de su temperamento es amigable aunque a veces impredesciblemente sensual y maliciosa. Muchas canciones llevan su nombre, ella ríe cuando le recuerdo una de ellas, aquella vieja canción que escuchabamos cuando ibamos a lo de Blas, en esa época de cuando queríamos ser siempre jóvenes.

Urgó anoche en todos mis recuerdos y sentimientos, no me juzgó. Hacía mucho que no hablabamos de está manera, sin prisa, sin ser concientes de las horas -a decir verdad, llevaba evitando el encuentro por mucho tiempo-, le confesé que jamás imaginé responder su llamada, solo dijó: Tontito pasé lo que pasé, al final de todo, seré la única persona quien te espere -soltó una carcajada-.

Años atrás, no se como fué que empezamos a platicar, solo la recuerdo prepotente, segura, con una energía increible, con ese extraño temperamento que atrae a las personas, una de las cosas admirables en ella.

Le confesé mi tristeza, hablé de mi vacuo existencial, de mis guerras perdidas, de mis naufragios... hasta que despúes del Mojito #X, noté mi ebriedad, nos hicimos compañía como antes, como cuando creíamos que la vida era una mierda, caminamos con cautela unos minutos bajo las sombras nocturnas que dan los árboles de Olivo -aquellas que fueron testigo de aquel febril Final- sentí los deseos de escuchar nuevamente el caer del agua, pero ya había cesado. Fuimos a su departamento, bailamos de dolor, reímos recordando el pasado y el presente..... por instantes te recordé y con resignación e inclinación de cabeza, me dije: Ni modo.

Me acosté en su regazo hasta el alba. Al despertar me encontré... con su mirada, y arrullandome maternalmente, dijo: "Todo ha pasado tontito, fue tan solo una pesadilla", sonreí y la abrazé con la misma intensidad como cuando nos despedimos -como tratando de encontrar tu calor que ya no está-.

Y sangré para mis adentros: No te olvidaré, tus pequeños pies, ni el aroma de tu cabello, ni la suavidad de tu piel, ni cada uno de los días/noches que pasamos juntos 'muchacha ojos de papel', porque apesar de que ya no estés, te tengo y estás conmigo.

Y mientras el tiempo pasa y el dolor cesa, S y yo, jugamos a encontrarnos todas las noches y burlamos el dolor.
...


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Es de mañana... uhmmm alrededor de las 8:00 am... a veces los sueños son tan reales, tanto que se confunden con la realidad... Abré los ojos!.

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"¿adónde vas? Quédate hasta el alba. Muchacha pequeños pies, no corras más. Quedate ... Duerme un poco..."

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