Tiempo e incertidumbre, dura combinación. Finalmente dejé la coraza que usé durante un par de semanas, fue realmente difícil aceptar que por más esfuerzo que hiciera, no podía recordar y me vi obligado a preguntar sobre mi, mi niñez o algún hecho que haya marcado mi vida de alguna forma, la señora que dice ser mi madre está sorprendida por mi cambio de actitud, pero la seriedad de mi expresión no ha cambiado, "De carácter difícil desde muy pequeño dice la señora, cierta ocasión por algún motivo mi madre tuvo que dejarme en la casa de mi abuela por unos días y lo hizo mientras dormía, a su retorno días después, no quise ni que me tocará, ella se acercó dulcemente y al preguntarme que ocurría, se me cayeron las lágrimas pero permanecí inmutable", tenía apenas 4 años. Mi vida en estas 2 ó 3 semanas desde que desperté se asemeja a una tragicomedia.
No sé que tanta desgracia o desdicha me provocó este carácter difícil, quizás todo esto es el precio que debo pagar por algo malo que hice alguna vez y que las circunstancias borraron de mi mente, es como si una seguidilla de hechos desafortunados me arrastrara, como si alguien hubiese lanzado algún tipo de maldición sobre mi. Y grité con todas mis fuerzas toda la rabia contenida de mi frustración, no sé cuantas horas lloré, no se cuanto tiempo dormí, con el afán de entender hago algunas suposiciones, creo que la vida nos somete a algún tipo de pruebas, para reafirmar nuestro destino, juegan con nuestra vulnerabilidad, quizás se burla al vernos flaquear cambiándonos de dirección sin sentido, para poder comprobar que tanta perseverancia tenemos, y yo, aquí luchando con todas mi fuerzas para no perder la cordura.
Leo mis notas, mi diario, sobre ella y es el único momento en el que encuentro la tranquilidad que los vacíos de mi mente no me permiten, es entrar como en una burbuja donde el pensar no es doloroso.
A pesar de no recordarte, sueño contigo cada noche, no logro verte el rostro, pero me acompañas, tengo la certeza de que si te cruzarás por casualidad mientras camino, te reconocería enseguida.
Las noches son extrañas, empiezan con una especie de pesadillas -con las que me he familiarizado por la frecuencia-, de las cuales despierto abruptamente de madrugada, después de algunos minutos vuelvo a conciliar el sueño que, en contraste con todo el desastre de no recordar es apacible, cálido y prolongado, al menos por horas.
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Estos días estuve muy ocupado ...
Ab y Me están a punto de casarse ...
ellos, sin ayuda ...
planearon su matrimonio ...
es súper complicado para ellos ...
he tratado de ayudarlos ...
no he podido hablarte estos días por ello ...
esta es una servilleta ...
ojalá no se me pierda ...
Te extraño mucho, demasiado ...
quiero contarte todo, detalles, todo ...
extraño nuestras charlas ...
te extraño, quiero besarte, abrazarte ...
me haces mucha falta ...
y no he dormido casi nada ...
Mientras los preparativos siguen su curso ...
mi mente se distrae ...
imaginando la nuestra ...
todo es un desastre, la decoración ...
la capacidad del lugar de recepción ...
aún no tienen ni la música ...
la orquesta está desorientada ...
los arreglos florales no llegan ...
y yo muero por estar contigo y oírte ...
luv ya...
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No sé que tanta desgracia o desdicha me provocó este carácter difícil, quizás todo esto es el precio que debo pagar por algo malo que hice alguna vez y que las circunstancias borraron de mi mente, es como si una seguidilla de hechos desafortunados me arrastrara, como si alguien hubiese lanzado algún tipo de maldición sobre mi. Y grité con todas mis fuerzas toda la rabia contenida de mi frustración, no sé cuantas horas lloré, no se cuanto tiempo dormí, con el afán de entender hago algunas suposiciones, creo que la vida nos somete a algún tipo de pruebas, para reafirmar nuestro destino, juegan con nuestra vulnerabilidad, quizás se burla al vernos flaquear cambiándonos de dirección sin sentido, para poder comprobar que tanta perseverancia tenemos, y yo, aquí luchando con todas mi fuerzas para no perder la cordura.
Leo mis notas, mi diario, sobre ella y es el único momento en el que encuentro la tranquilidad que los vacíos de mi mente no me permiten, es entrar como en una burbuja donde el pensar no es doloroso.
A pesar de no recordarte, sueño contigo cada noche, no logro verte el rostro, pero me acompañas, tengo la certeza de que si te cruzarás por casualidad mientras camino, te reconocería enseguida.
Las noches son extrañas, empiezan con una especie de pesadillas -con las que me he familiarizado por la frecuencia-, de las cuales despierto abruptamente de madrugada, después de algunos minutos vuelvo a conciliar el sueño que, en contraste con todo el desastre de no recordar es apacible, cálido y prolongado, al menos por horas.
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Estos días estuve muy ocupado ...
Ab y Me están a punto de casarse ...
ellos, sin ayuda ...
planearon su matrimonio ...
es súper complicado para ellos ...
he tratado de ayudarlos ...
no he podido hablarte estos días por ello ...
esta es una servilleta ...
ojalá no se me pierda ...
Te extraño mucho, demasiado ...
quiero contarte todo, detalles, todo ...
extraño nuestras charlas ...
te extraño, quiero besarte, abrazarte ...
me haces mucha falta ...
y no he dormido casi nada ...
Mientras los preparativos siguen su curso ...
mi mente se distrae ...
imaginando la nuestra ...
todo es un desastre, la decoración ...
la capacidad del lugar de recepción ...
aún no tienen ni la música ...
la orquesta está desorientada ...
los arreglos florales no llegan ...
y yo muero por estar contigo y oírte ...
luv ya...
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